«World Energy Investment 2019» destaca que, tras tres años consecutivos de disminución, la inversión mundial en energía se estabilizó en 2018, pero no a favor de la eficiencia energética y las energías renovables, fue el gasto de capital en el suministro de petróleo, gas y carbón el que se recuperó.
La Agencia Internacional de la Energía señala que estos datos no son buenos para el cumplimiento de los compromisos de París y otros objetivos de sostenibilidad fijados a nivel internacional. Por eso subraya que es imprescindible que la inversión en eficiencia energética se acelere y que el gasto en energía renovable se duplique para 2030.
En lo que se refiere a Europa, la inversión en energía en la UE disminuyó en un 7% de 2016 a 2018, pero la proporción del gasto destinado a la energía baja en carbono aumentó casi el 60%. El gasto sí creció en eficiencia energética, sin embargo en energía renovable se ralentizó, en parte por la caída de los costes, aunque representa más del 80% del gasto de generación.
