El «Wind Energy Barometer 2019» de EurObserv’ER destaca que en 2018 la producción de electricidad a nivel global con energía eólica creció sustancialmente: aumentó a 379 TWh, frente a los 362 TWh de 2017. Sin embargo, este informe revela un proceso de estancamiento de la eólica terrestre de nueva instalación. Mientras que la eólica recién instalada supuso 14,7 GW en 2017, en 2018 supuso solo 9,7 GW.
Sin embargo, gran parte de esta desaceleración se puede atribuir a la contracción en los niveles de instalación de los tres mercados: Alemania, Reino Unido y Francia. Sin embargo, esto no ha ocurrido en todos los Estados miembros. España por ejemplo ha instalado 336 MW de capacidad adicional, es decir, ha crecido un 258.2%.