Durante el año 2018 el desarrollo del sector fotovoltaico avanzó a un ritmo superior a nivel mundial, europeo; pero también nacional. Según los datos mundiales de UNEF, basados en los estudios de la Agencia internacional de energías renovables (IRENA), la potencia total fotovoltaica instalada en el año 2018 fue de 94,2 GW. Esta elevada cifra resultó de nuevo de los costes económicos competitivamente bajos y un LCOE más barato que el de una central de combustible fósil. Según IRENA, los costes marginales suelen ser, en ciertos casos, más bajos que los de plantas de carbón existentes. Una razón por la que los costes bajaron tanto en los últimos años fue el crecimiento del sector mencionado, a causa de contratos a largo plazo y subastas que alcanzaron precios de 20$/MWh en el 2018. Todos estos desarrollos han impactado en los sectores de los combustibles, sobre todo el del carbón; siendo positivo para la transición energética y el medioambiente.
En Europa, el crecimiento anual de la capacidad instalada aumentó un 23%, siendo los mayores contribuyentes Alemania (2,95GW), Turquía (1,64GW) y los Países Bajos (1,5GW). En España se instalaron en el 2018 un 262 MW de potencia, un crecimiento de instalaciones de alrededor del doble, en comparación con 2018 (135MW). Para cumplir las metas nacionales del PNIEC y alcanzar una potencia pico instalada de fotovoltaica en el 2030 de 37GW España debe instalar cada año unos 2,8 GW.
El crecimiento económico ha sido bueno para toda la economía española. Las energías renovables sumaron 6.265 millones € del PIB total de España (0,52%), de cual el sector fotovoltaico fue parte de un 0,22%. Además, contó con unos 29.306 empleados directos e indirectos en España. Resumiendo, el informe destaca que el sector en la península ibérica y en el mundo se está expandiendo a nivel económico. Una gran causa de tal situación, incluyendo a todo Europa, se debe al marco regulatorio que se encaminó y entró en vigor durante los últimos meses. Con esta base, otras partes importantes de la transición energética, conectadas al sector fotovoltaico, como la digitalización o el avance de la tecnología de almacenamiento, podrán avanzar y desarrollarse simultáneamente.