«Global Energy Perspective 2019: Perspective Case» analiza los parámetros habituales que otros informes tienen en cuenta a la hora de estudiar el progreso de la transición energética a nivel mundial pero,además, aporta una interesante prospectiva de cómo puede aumentar la electrificación de los sectores del transporte, la climatización y la industria, clave del proceso.
El informe de la consultora McKinsey augura que la demanda mundial de energía primaria se estabilizará alrededor de 2030 y estima que la generación de energía solar y eólica aumente en un factor de 60 y 13, respectivamente, de 2015 a 2050. En cuanto a los combustibles fósiles, según sus cálculos el gas seguirá creciendo hasta 2035, cuando se estabilizará para empezar a disminuir. El crecimiento de la demanda de petróleo registrará su pico en 2030. A partir de esa fecha empezará su desaceleración.
Con este escenario, el documento prevé que las emisiones mundiales relacionadas con la energía alcanzarán su punto máximo en 2024 y disminuirán alrededor de un 20% para 2050, principalmente debido a la disminución del uso de carbón en el sector energético.